viernes, 17 de junio de 2011

Misiones: GUARANIES, ELECCIONES Y PARTICIPACION DEMOCRATICA

José Bautista Flores – Cheramoy.

Con la participación de la mayoría de los GUARANIES, la provincia de Misiones, enfrentará el 26 de junio, el desafió de renovar sus autoridades Legislativas y Ejecutivas, en el nuevo marcode fortalecimiento de la democracia popular, dinamizada por la Presidenta Cristina Fernández en la Nación y por Carlos Rovira en la tierra roja. La propuesta del oficialismo del modelo renovador, se visualiza como el vencedor, frente a la falta de programas de la oposición, que, no puede sostener políticamente sus propuestas conservadoras y personalistas. Propuestas, donde para nada figuran los reclamos de los originarios habitantes y que son rechazados por el pueblo misionero.

En este contexto, la mayoría de los integrantes y especialmente los jóvenes guaranies, han
asumido el rol histórico de participar activamente en la política provincial, enriqueciendo los debates y los programas con su pensamiento y exigiendo solución de los problemas que más los aquejan: como la desnutrición estructural generada y fomentada por los terratenientes e invasores de sus territorios, los cambios culturales, espirituales y la mendicidad propiciado desde hace 500 años por la iglesia, que a la vez, es un gran negocio para obtener subsidios y donaciones millonarias, que nunca llegan a los pueblos originarios; a lo sumo, “sirven” para comprar voluntades de caciques viciosos o para la evangelización.

Desde hace más de un quinquenio, los guaraníes, se plantearon trabajar por la
autodeterminación y soberanía de sus organizaciones: Consejo de Ancianos y Caciques a
los que últimamente se sumaron los consejos: de Mujeres y Jóvenes, que le dieron mayor
dinámica para rechazar el paternalismo y manipulación de las “pastorales aborígenes” y sus
socios enquistados en el aparato burocrático, especialmente nacional.

Todo este trabajo de resistencia y liberación, ha permitido abordar con seguridad y capacidad, el co-manejo de las política pública indígena en la provincia, como caso único en el país, con reconocimientos históricos de su espiritualidad, cultura, cosmovisión y territorio, bajo el concepto de Nación Originaria. Conceptos y políticas que se debatieron en muchas asambleas, talleres y foros. Especialmente, el Foro sobre Derecho Indígena y la participación en la Cumbre de los Pueblos de Mar del Plata, en el año 2005. Sin embargo; el hito histórico, esta referido a la Reunión de los Guías Espirituales, liderados por los abuelos Anastasio, Dionisio y Pablo, previo al Foro. El mandato: libre determinación, rechazo a la manipulación y negociación directa con el ejecutivo provincial.

Hoy, en vísperas de las elecciones, los Guaranies de la provincia de Misiones, especialmente
los jóvenes, se movilizan para respaldar a la Renovación, abordando y liderando debates
políticos en toda la provincia. Así como articulando frentes interculturales, donde
se proponen programas de reivindicación, puesta en valor y reparación histórica,
inclusión en una futura reforma constitucional de los derechos aún pendientes, como la
PLURINACIONALIDAD, las paritarias, territorios aptos y suficientes, respeto a la madre
naturaleza, castigo penal a los autores de daños ambientales, educación y salud autónoma e intercultural, co-manejo del Parque Iguazu y todas las áreas protegidas, Acuífero Guarani y otros patrimonios naturales.

El desafió a nivel provincial, nacional e internacional esta planteado. Y, desde Misiones, los
guaranies, participan para fortalecer esta democracia popular que se constituido en la bandera de los pueblos de toda América, como soñaron nuestros padres libertarios: Tupac Amaru, San Martín, Belgrano, Artigas y sobre todo, el gran Comandante Andrés Guacurari, quien proclamara: “moriré por la soberanía de los pueblos libres”. Esta construcción soberana, está garantizada por los hermanos presidentes: Chávez, de Venezuela; Correa, de Ecuador; Dilma, de Brasil; Ortega, de Nicaragua; Evo, de Bolivia, Mujica de Uruguay, y sobre todo Cristina de nuestro país, que a la vez, cuenta con hombres como Carlos Rovira en toda la Argentina.

15 de junio 2011

Especial para: Multimedios “EL LIBERTADOR” y “KAUSACHUM”

martes, 14 de junio de 2011

Cosmovisión Indigena contra la discriminación y la Xenofobia. Diario Diagonales. La Plata

La cosmovisión indígena contra la discriminación y la xenofobia

Sociedad /  Integra el Consejo de Ancianos de la Nación Guaraní
10.06.2011 | 00.50 Comentar   |   FacebookTwitter

José Flores pelea por los derechos de los indígenas y otras minorías. La charla con Diagonales abarcó otro abanico de temas
El cacique José Flores tiene 70 años, diez hijos y 24 nietos biológicos, aunque en las comunidades guaraníes hay unos 500 jóvenes que lo llaman cheramoy (mi abuelo). Vive en Misiones con su compañera, que tiene 80 años, e integra el Consejo de Ancianos de la Nación Guaraní. Y aunque prefiere que se lo mencione tangencialmente, es imposible escapar de la tentación de describirlo brevemente, para entender mejor su discurso, que es producto de la construcción comunitaria, de la que él es sólo es un vocero.

Nació en la zona andina, es de origen coya–quechua, y a los 15 años fue secretario de su comunidad, de la que los jóvenes se van a estudiar y los adultos son trabajadores golondrinas que viajan por todo el país, para cosechar uvas en Mendoza o manzanas en Río Negro.

“Es como mandato del Consejo de Ancianos que yo vengo a tocar puertas para fomentar los debates necesarios que nos permitan eliminar la discriminación y la xenofobia a partir de una construcción pluricultural. Por eso, estoy hablando sobre algunos aspectos de nuestros conocimientos ancestrales, nuestra historia, la ecología y pensamiento indígena”, describió.

Flores llegó a La Plata con el objetivo de “sensibilizar a la sociedad no indígena para que se acerque a nuestra historia a través de textos escritos por nosotros”. Donde va, ofrece una muestra itinerante que consiste en 30 paneles y se llama “La historia ocultada: resistencia y lucha indígena por la libertad y la soberanía de los pueblos de América”. La idea es poder girar por la provincia, para dar a conocer una lucha “que involucra a las luchas por nuestro patrimonio natural, los conocimientos sobre esos patrimonios y a la conservación de nuestra cultura y de nuestras especies”.

En su camino, se alarma por lo que le toca ver, como el caso de la nena de 13 años que fue agredida en su colegio por ser paraguaya.
–¿Cómo podrían evitarse ese tipo de hechos?

–Necesitamos una alternativa social pluricultural que podremos instalar entre nosotros si iniciamos un debate. El problema es que no nos hemos puesto a conversar, porque la xenofobia y el racismo no se eliminan sólo con una ley. El sistema, la sociedad occidental, modela al hombre de hoy con conceptos individualistas, etnocentristas, y sobre todo con estereotipos impuestos con una única variable de la especie humana: los blancos, en una continuación del racismo nazi. Es más solapado, pero también es racismo. Lo que nos está afectando es la cultura hegemónica, por lo que hay que iniciar un proceso largo de construcción para el cual hay que empezar a debatir en público, a través de los medios, en las escuelas, porque la diversidad cultural es la usina de la gran cultura universal.

–Los pueblos originarios todavía exigen el respeto por su territorio ¿Qué piensa de la lucha de los Quom?

–El reclamo de los Quom es justo porque sin territorio no pueden desarrollar su cosmovisión. El reclamo por la tierra es la continuidad de un reclamo ancestral de todos los pueblos originarios que hemos sido confinados a tierras áridas, desertizadas.

–Lo mismo les pasó a los hijos de los inmigrantes de principios del siglo pasado, muchos de los cuales fueron confinados a pequeños terrenos de 10 por 30, en el mejor de los casos, o a departamentos de 40 metros cuadrados. ¿No le parece?

–La principal diferencia filosófica entre la cultura hegemónica, occidenal, y los pueblos originarios es que nosotros no estamos en la naturaleza, nosotros somos la naturaleza; aunque es posible decir que fuimos confinados de maneras parecidas: unos a las tierras que son para la casa, entre paredes, y otros confinados a un territorio infértil, donde pese a todo vimos y mantenemos nuestras culturas, nuestras costumbres, nuestros juegos, nuestros cantos, nuestra alimentación y, sobre todo, nuestra espiritualidad.

–¿Qué trae aparejado luchar por la tierra?

–Lo que planteamos es volver a la producción y la soberanía alimentaria, tal como lo hacían nuestros antepasados, que era la mejor forma de equidad, tanto en la producción como en la distribución comunitaria, no de forma aislada, sino como un sistema para todos, que nos permita salir de la forma actual, que es monocultivista y distorsiona también la distribución, imponiendo precios de acuerdo a los intereses de los monopolios y las cadenas de distribución.

–¿No se supone que las manipulan para poder atender la demanda de alimentos?

–Los monopolios hacen que la semilla tenga una sola plantación, es decir que no tienen efecto reproductivo y sólo permiten una sola cosecha. Siempre hay que volver al laboratorio, lo que genera altos costos de royalties. Hay apropiación y biopiratería porque se apropian del plasma genético de la biodiversidad genética de las semillas y las plantas alimenticias y medicinales de los pueblos originarios sin pagar ni un solo centavo. No pagan nada por todo el proceso de investigación y mantenimiento genético de estas especies. Solamente en el sector de la industria farmacológica más del 50% de las drogas que se producen están asociadas a los conocimientos de los pueblos originarios y su entorno genético. Se trata de miles y miles de millones de dólares.

–¿Qué pretenden?

–Que se haga un protocolo para que se reconozca la propiedad intelectual comunitaria de los pueblos originarios y se reconozcan los beneficios compartidos o se compartan los beneficios económicos en la práctica. Que se haga un vademécum de semillas y plantas de los pueblos originarios con la participación del Consejo Mundial de Propiedad Intelectual, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para proteger los conocimientos de los pueblos originarios asociados a la biodiversidad.

–¿Cómo serían distribuidos los beneficios?

–Lo estamos debatiendo, porque hay conocimientos que son propios de un pueblo y otros que son de los pueblos. El proceso de selección genético del maíz, por ejemplo, se llevó a cabo en toda América. Hay que crear un mecanismo de regalías o patentes de acuerdo a estos dos conceptos. De todas maneras, primero tiene que haber un reconocimiento de los conocimientos y después ver los mecanismos de reparto.

–Existen grupos que piden una renta básica universal o ingreso ciudadano, pagado por el Estado, como derecho de ciudadanía, como una asignación universal y debido a que el conocimiento es de todos.

–Podría ser algo así, pero si se prioriza a los pueblos más empobrecidos por la ciencia y la tecnología occidental.


Ver nota en el diario http://www.elargentino.com/nota-143276-La-cosmovision-indigena-contra-la-discriminacion-y-la-xenofobia.html